miércoles, 20 de septiembre de 2006

De musas y resfríos

La musa de mis versos guarda cama
por culpa de un resfrío mal curado,
desnuda se recuesta a mi costado,
se pone mi piyama.
Resuelve por los dos el crucigrama,
si no puede dormir, cuenta soldados,
con alas de gorriones trasnochados,
se trepa por las ramas.
Con versos de papel arma barquitos
que naufragan en puertos lusitanos,
(enfermarse de amor no es un delito);
Cuenta cuentos de playas de verano,
me toma de las manos
y me miente, sutil, “te necesito”.


domingo, 10 de septiembre de 2006

Pero te beso en París



Para tomarte las manos,
Londres, Florencia, Madrid
o el solar del Vaticano,
pero te beso en París;
Para decirte “te quiero”
una vez y cien y mil,
Venecia y sus gondoleros,
pero te beso en París;
Para enlazar tu cintura,
Roma, Lucerna, Berlín,
con brazos de quemadura,
pero te beso en París;
Para incendiarte de ganas,
las arenas de Tahití,
cita y danzón en la Habana,
pero te beso en París;
Para quitarte la ropa,
en voluptuoso striptease,
cualquier esquina de Europa,
pero te beso en París;
Argel para despedirme,
cuando me toque partir,
adioses en tierra firme,
pero te beso en París;
Para andar a tu costado,
la muralla de Pekín,
y colorín colorado;
(pero te beso en París)